Le encantan las historias de la gente: Hermana Chioma Ahanihu, S.L.W.

(Photo cortesía de Sisters of the Living Word.)

¿Qué fue lo primero que te atrajo de la vida religiosa?

Cuando era una niña de 11 o 12 años tenía el deseo de viajar por el mundo ayudando a los pobres, los enfermos, y los ancianos. En ese entonces, no encontraba el sentido de ese sueño porque ni siquiera sabía lo que significaba. Pienso que tenía claro que no quería casarme y tener niños que me ataran a un lugar.

Ser parte de una comunidad de la iglesia también hizo que conociera a las hermanas religiosas de mi parroquia. Entonces me hice amiga de una de ellas, y le hacía muchas preguntas sobre la vida religiosa.

¿Qué momentos son los que disfrutas realmente con tu comunidad?

Me encanta cuando nos sentamos para ponernos al día con las demás al final del día. Me entusiasma oír historias de las personas con quienes nos encontramos durante el día cuando las traemos a nuestra oración de la noche.

¿Tienes una forma preferida de rezar?

Me gustan y espero con placer mis meditaciones matutinas. Me gustan mis momentos de tranquilidad en que puedo simplemente “ser” y “observar” sin muchas palabras. Antes de los momentos de tranquilidad, leo algún pasaje de la Biblia, preferentemente la lectura del día, y después entro en contemplación.

¿Cuál es tu ministerio actual?

Trabajo con Catholic Charities [Caridades Católicas] de la Arquidiócesis de Chicago, donde brindo servicios de psicoterapia a individuos y parejas. También estoy estudiando en Catholic Theological Union [Unión Teológica Católica]. Me encanta escuchar las historias de las personas y ayudarlas a recomponerse para vivir una vida más plena.

Cuéntanos algo divertido acerca de ti.

¡Me encanta reír, y reír fuerte—ya sabes, desde la panza!

Traducido por Mónica Krebs